Por Ricardo Carugatti
Especial El Cronista
Ayer durante la sexta jornada de debates por la muerte de Emilio Blanco comenzaron a develarse algunos interrogantes y el principal fue determinar la causa de muerte del joven. En los lineamientos iniciales el abogado defensor Mauricio Armagno había insistido en la teoría del accidente, algo que habría quedado descartado luego del testimonio de Nicolás Macrinos.
El médico que practicó la primer autopsia al cuerpo del joven chacomunense fue claro al determinar que la muerte se produjo por un trauma encefalocraneano. Es decir un golpe con “alevosía” como lo calificó el médico que rompió su cráneo en varias partes. Antes de este golpe final hubieron otros que marcaron el cuerpo en distintos lugares y le produjeron hematomas, excoriaciones y contusiones (algunas cortantes) en distintas partes del tórax y la cabeza. El testigo fue certero al decir que no parecía un accidente ferroviario y que se pudo tratar de un castigo corporal intenso. Ese castigo se habría producido en otro lugar y luego el cuerpo habría sido trasladado a las vías del tren.
A esta conclusión arribaron los fiscales Diego Escoda y Diego Bensi al entender que en el lugar dónde se encontró el cuerpo no había demasiados rastros de sangre a pesar que los cortes en la cabeza que tenía el cuerpo habrían provocado un sangrado importante. Asimismo se pudo determinar que tenía marcas y heridas en la piel mientras que las ropas estaban en buenas condiciones. La teoría de la fiscalía es que lo golpearon hasta matarlo sin la ropa puesta y luego lo vistieron y trasladaron hasta el lugar de las vías.
¿Si hubo sangrado importante dónde está la sangre? Presuntamente en el lugar dónde le produjeron todas las lesiones y golpes que causaron su muerte. Las lesiones son vitales, es decir que estaba vivo cuándo sufrió los golpes, salvo un corte en la frente que fue posterior. Tal vez cuándo lo dejaron en las vías.
Por otra parte se determinó que el cuerpo deja de sangrar entre 15 y 60 minutos posteriores a ser producidas las heridas. Eso explicaría los motivos de ausencia de sangre en el lugar dónde fuera hallado.
¿Si hubo sangrado importante dónde está la sangre? Presuntamente en el lugar dónde le produjeron todas las lesiones y golpes que causaron su muerte. Las lesiones son vitales, es decir que estaba vivo cuándo sufrió los golpes, salvo un corte en la frente que fue posterior. Tal vez cuándo lo dejaron en las vías.
Por otra parte se determinó que el cuerpo deja de sangrar entre 15 y 60 minutos posteriores a ser producidas las heridas. Eso explicaría los motivos de ausencia de sangre en el lugar dónde fuera hallado.
El Dr. Macrinos atestiguó durante dos horas aproximadamente y señaló principalmente de manera detallada las heridas que tenía el cuerpo. Hizo hincapié en una gran destrucción craneana y heridas contusas y cortantes de gran magnitud. Otro dato que aportó fue que la agonía fue corta desde el castigo hasta su muerte y descartó que fuera un accidente de tren. En ese tono dijo que las ropas estaban bien colocadas y limpias, no había síntomas de arrastre y no había desprolijidad en el lugar. En casos de accidentes ferroviarios los testigos fueron concordantes al señalar que se producen desgarros de tejidos y hasta mutilaciones.
Otros testigos declararon ayer en el mismo sentido. Y solo uno aportó algo diferente al resto. Señaló un policía de científica que la linterna que habían levantado del lugar no tenía ninguna huella. La linterna era de Emilio Blanco y hubo testigos de días anteriores que sostuvieron que cuándo la encontraron pasó por diferentes manos, incluso del comisario Freites. ¿Si unos cuántos tocaron la linterna dónde estaban esas huellas que no aparecieron en el peritaje?. La linterna en cuestión permaneció tres días en la comisaría antes de llevarla a peritar. ¿Se borraron solas las huellas?. Las dudas las deberá develar el tribunal al momento de valorar las pruebas que se presentaron.
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